La utilizamos generalmente como uno de los condimentos más habituales y la adquirimos en los comercios a un precio bastante asequible, sin embargo, la sal ha sido fundamental en la alimentación humana, sobre todo, porque permite conservar los alimentos. Ese es el origen de los salazones y puesto que somos especialistas en esta delicatesen queremos dedicarle en nuestro blog este espacio .
En primer lugar nos planteamos porque es tan útil para conservar alimentos. La razón es que la sal es deshidratante y por tanto absorbe y reduce en gran cantidad la humedad. Puesto que las bacterias para desarrollarse necesitan moléculas de agua libre, la sal evita o disminuye su acción. La sal también altera el los niveles de ph o acidez de los alimentos. Cuanto más baja es la acidez de un producto más fácil resulta que se estropeen. Dado que la sal aumenta la acidez de carnes y vegetales incrementa su tiempo de vida. Por último atenderemos a la alteración molecular que la sal produce en los alimentos. Cuando se añade sal a la comida ésta provoca cambios en la estructura natural de las moléculas de los alimentos, modificando el tiempo necesario para que las bacterias crezcan y se reproduzcan.
Aunque estos argumentos son propios de la sociedad tecnológica en la que vivimos, el valor de la sal ha sido reconocido a lo largo de la historia. Como muestra de esta importancia basta atender al origen de la palabra salario, que proviene de la época de los romanos, en la que la sal era considerada tan valiosa que a los funcionarios públicos se les pagaba con paquetes de sal (que luego usaban como moneda de cambio) y que recibían el nombre de “salarium”, término que luego derivo en salario.
Somos especialistas en salazones y respetamos nuestro origen.